Cómo te gustan los días?
Te acuerdas de esas tardes calurosas, llenas de alegría? de esas caminatas bajo el inclemente sol de verano a las 15:30? esos viajes sin rumbo, vagando y vacilando por espacios inimaginables de tiempo, ni el calor, ni la tierra desmoralizaban mis propósitos. Sólo iba, sin importar los resultados, sólo me vestía con la esperanza de que algún día miráramos juntos en la misma dirección.
En retrospectiva de igual modo siempre preferí los días oscuros, nubes negras, cargadas de rayos, truenos y espantos! el instante previo a la lluvia, con ese aire húmedo, ese olor a tierra... caminatas tiernas, descansos incómodos y miradas perdidas.
La ventaja del verano es la ligereza de las ropas, lo malo el maldito calor que te azota, en el invierno si tienes frío te tapas, y si tienes más frío te tapas más. Generando agradables abrazos, acurrucamientos, actos de caballerosidad(cómo entregarle tu chaqueta o abrigo) sin contar con que siempre están heladas... y nosotros.... bueno ya saben!
Tantas calles, tantos pasajes, soles y atardeceres que terminaron con kilómetros de risas y roces, que se unieron una tarde en la dulce belleza de tus labios, beso tibio, nervioso, hermoso... fue algo puro e inocente.
tanto de aquello, recuerdas? fue casi místico...
Te amo princesa mía y espero renovar mis fuerzas en cada paso nuevo de nuestra vida...
buen día!
