En la vida no siempre se puede encontrar la satisfacción plena, sólo momentos de lucidez mental, espiritual y física que se forman gracias a determinadas decisiones que marcan tu caminar. Yo he tenido unas pocas que jamás se olvidarán.
Hace muchas hojas atrás en mi vida, fui voluntario de un hogar de ancianos, ha sido una de las experiencias más gratificantes de mi vida. Te das cuenta que el significado de las cosas no es el mismo para todas las personas… que el hacer una cama o el limpiar el hogar se agradece con una mirada de esos ojos casi apagados. Pero desde la vereda del frente no sé ve lo que realmente se valora, piensan que con “tirar” una “moneda” basta, pero más que dinero, que siempre se agradece, no es lo más importante a veces, una palabra, un gesto, un saludo! El dejar de ser invisible en esta sociedad vale mucho más que $100. Tomarnos un minuto de nuestra vida y entregarlo al resto, tan egoístas nos hemos vuelto que ya ni saludamos!
Tómese el tiempo de mirar a los ojos cuando entregue su cooperación y desee un buen día…
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